Es un sistema agrario cuyo objetivo fundamental es la obtención de alimentos de máxima calidad respetando el medio ambiente y conservando la fertilidad de la tierra, mediante la utilización óptima de los recursos naturales y sin el empleo de productos químicos. Así se cultivan los olivares de Oro del Desierto de cuyo fruto obtenemos el mejor aceite de oliva virgen extra ecológico desde 1999.

Un adecuado manejo del olivar necesita de una serie de cuidados para conseguir una correcta fertilidad, producción y mantenimiento del medio ambiente, obteniendo además un producto libre de química.

Los tres procesos de degradación ambiental más comunes en los olivares convencionales son:

• La erosión hídrica (lluvia).
• La degradación física y biológica (exceso de laboreo, escaso aporte de materia orgánica al suelo).
• Utilización de plaguicidas y fertilizantes químicos.

Para mejorar el suelo de nuestros olivares ecológicos tomamos las siguientes medidas:

• Laboreo a nivel, Zanjas o acequias de infiltración.
• Terrazas.
• Cultivos de cobertura que se siegan, uso de cubiertas inertes de restos de poda molidos y adición de materia orgánica en forma de compost.
• El tratamiento de malas hierbas es similar al de las cubiertas vegetales, segándolas y además integramos la ganadería equina y ovina para controlarlas en época de competencia hídrica.

Para el manejo de plagas y enfermedades del olivar (mosca, polilla, tuberculosis, etc.),

• En primer lugar nos apoyamos en factores de control natural como medidas preventivas.
• Un buen nivel de fertilidad en el suelo.
• Uso adecuado del agua.
• Introducción de plantas que sirvan como refugio a enemigos naturales.
• Realización de otras prácticas culturales beneficiosas (podas, eliminación de partes dañadas, etc.).

Una vez detectada la plaga o enfermedad, si su daño es de importancia para la cosecha, se procede a tratarla con los productos ecológicos autorizados para tal fin.